El pasado y el futuro se abrazan en este año.
Soy un humano que hace filosofía con colores y usa la estética para transmitir su lenguaje. Soy un ignorante que duerme con su propia enciclopedia manuscrita, un soñador bipolar con doble vida.
Para mi esto no es un año, es una etapa. Me dejo llevar sugestionado por los precedentes cuando me inspiro. Recuerdo las buenas sensaciones como si me susuraran muy cerca de mi oído creativo. He estado usando el mismo recuerdo desde hace uno años. He revisado y reinterpretado el mismo hasta hacerlo tan versátil como abstracto, pero aún conteniendo el mismo significado. Lo he convertido en el motor y el combustible básico de mi vida creativa, y la he hecho infinita. En esta etapa espero definir y procesar un siguiente paso hacía la producción de sensaciones puras y bellas que emanen directamente de mi razón.
Siempre estoy agradecido a ese y a los demás momentos que siento, momentos dulces, cálidos, los abrazos que recuerdo con memoría táctil y térmica; los momentos agrios que tanto me motivan cuando las vísceras toman el control de mi sistema nervioso y me hablan de pasión, mueven mi estómago y alcanzan mi lagrimal. También me han inspirado personas, en un amplio significado, personas que he conocido mucho, personas que no conozco tanto, que ni conozco y que espero conocer algún día. La sensación que deja huella.
Y ya han sido más de veinte años puros y hago recuento desde los últimos doce. Los siento como una masa multiforme que flota y levita entre estrellas, ella es densa y es gaseosa, es estable en su contenido pero tiene rágafas pulsares, ese es mi universo y esta en el punto más ardiente de mi corazón y el más inerte del plano espiritual.
Y Tu formas parte de ese universo, tu eres lo que yo siento, lo que encierro en mi mundo tu eres fracciones de segundos que invitan a mi sistema neurológico a pensar, a crear. Tu eres la razón, yo soy el lenguaje, mi lenguaje. Tu eres el mundo sensible y yo soy una Idea. Tu eres filosofía y yo soy Arte.
Soy un humano que hace filosofía con colores y usa la estética para transmitir su lenguaje. Soy un ignorante que duerme con su propia enciclopedia manuscrita, un soñador bipolar con doble vida.
Para mi esto no es un año, es una etapa. Me dejo llevar sugestionado por los precedentes cuando me inspiro. Recuerdo las buenas sensaciones como si me susuraran muy cerca de mi oído creativo. He estado usando el mismo recuerdo desde hace uno años. He revisado y reinterpretado el mismo hasta hacerlo tan versátil como abstracto, pero aún conteniendo el mismo significado. Lo he convertido en el motor y el combustible básico de mi vida creativa, y la he hecho infinita. En esta etapa espero definir y procesar un siguiente paso hacía la producción de sensaciones puras y bellas que emanen directamente de mi razón.
Siempre estoy agradecido a ese y a los demás momentos que siento, momentos dulces, cálidos, los abrazos que recuerdo con memoría táctil y térmica; los momentos agrios que tanto me motivan cuando las vísceras toman el control de mi sistema nervioso y me hablan de pasión, mueven mi estómago y alcanzan mi lagrimal. También me han inspirado personas, en un amplio significado, personas que he conocido mucho, personas que no conozco tanto, que ni conozco y que espero conocer algún día. La sensación que deja huella.
Y ya han sido más de veinte años puros y hago recuento desde los últimos doce. Los siento como una masa multiforme que flota y levita entre estrellas, ella es densa y es gaseosa, es estable en su contenido pero tiene rágafas pulsares, ese es mi universo y esta en el punto más ardiente de mi corazón y el más inerte del plano espiritual.
Y Tu formas parte de ese universo, tu eres lo que yo siento, lo que encierro en mi mundo tu eres fracciones de segundos que invitan a mi sistema neurológico a pensar, a crear. Tu eres la razón, yo soy el lenguaje, mi lenguaje. Tu eres el mundo sensible y yo soy una Idea. Tu eres filosofía y yo soy Arte.
Precedentes del 2012, Héctor Valdivia 1-1-12/
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